martes, 10 de mayo de 2011

El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas (世界の終りとハードボイルド・ワンダーランド) – Haruki Murakami

En esta novela se entrelazan dos historias, cuyos protagonistas son anónimos. No sabemos quiénes son ni cómo están relacionados… hasta que comprendemos que el protagonista de ambas historias es el mismo.
La primera historia transcurre en un mundo futurista y, como en toda buena utopía, hay un algo de siniestro en él. Este mundo se corresponde con el despiadado país de las maravillas del título. Supongo que las maravillas van asociadas a los asombrosos avances tecnológicos que parece haber en esta sociedad. Murakami, sin embargo, se resiste a abandonar Tokio, de la que habla siempre en sus novelas, por lo que sigue citando calles o barrios de esta ciudad.
El protagonista de esta historia o el primer yo de la narración es un informático de unos treinta y tantos años, que es contratado por un viejo científico para hacer un shuffling o un vuelco de datos, que solo él puede hacer, por poseer una capacidad mental única. El científico le confesará que sus investigaciones pretenden una manipulación de la conciencia de los individuos y que él es el único superviviente de un experimento fallido. Precisamente por esta capacidad mental, el joven informático se verá metido en un conflicto de intereses entre el Gobierno y los conocidos como “semióticos”, que están al margen de la ley y usarán todos sus recursos para conseguir lo que desean.
La segunda historia transcurre en un mundo que se nos antoja onírico… y es que sucede en la conciencia del protagonista de la primera historia. Es decir, el segundo yo vive en un mundo creado por el primer yo. A este lugar se le conoce como el fin del mundo y se trata de una ciudad perfecta, donde todo está perfectamente establecido y que, sin embargo, transpira una inmensa tristeza. Cuando el protagonista llega a la ciudad, es despojado de su sombra, requisito para poder entrar en el fin del mundo. Al ser arrancada de su portador, la sombra se debilita y acaba muriendo, por lo que la persona acaba perdiendo su corazón y es incapaz de sentir emociones. Sin embargo, la sombra del protagonista no está dispuesta a correr este destino y empieza a diseñar un plan de fuga.

¿Qué me parece esta novela?
El argumento es original, desde luego, y puede que me guste más porque se trata de una utopía futurista (siempre me ha gustado ese género). Sin embargo, los personajes no terminan de convencerme. No sé si me gusta que sean anónimos, aunque supongo que es parte del estilo de la novela: la completa despersonalización del individuo en un mundo a punto de extinguirse. En ocasiones, la novela se me hizo larga y un tanto tediosa, porque todo se cuenta con excesivo detalle. La acción, transcurre, por tanto, entre largas descripciones y diálogos a veces superfluos.
A pesar de todo lo dicho, he disfrutado con la lectura… Me pasa siempre con los libros de Murakami: me dejan un regusto agridulce, pero encuentro un encanto en ellos que siempre me hace repetir.
Mi puntuación: 7,5
Ahora toca esperar a la edición de bolsillo de 1Q84, última novela del autor.
Un saludo,
Teresa

2 comentarios:

  1. Hola ^^
    Te escribo para comentarte que me gusta tu blog, creo que puedo descubrir buenas películas y libros en él.
    En cuanto al libro, yo también me lo acabo de terminar hace poco e hice una reseña en mi blog. Si quieres leerla:
    http://bosquedelduenderojo.blogspot.com/2011/06/resena-el-fin-del-mundo-y-un-despiadado.html
    Estoy de acuerdo contigo en que a veces la novela se puede llegar a hacer un poco pesada, y que muchas conversaciones son superfluas y me las podía haber saltado sin perderme nada de la historia (vease algunas conversaciones entre "la joven gorda" y "el calculador"). Pero como a tí, me interesan las distopías, y me gusta el análisis que se hace sobre la consciencia en el libro.
    De este autor tengo pendientes "1Q84" y "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo".
    Un abrazo, ¡nos leemos!

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  2. ¡Muchas gracias por tu comentario!
    Llevo unos días con muchos problemas con Internet y no he podido leerlo.
    Me alegro de que te guste el blog. Todavía estoy empezando y tampoco le he dado publicidad ni nada...
    ¡Yo también te leeré! :)

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